Las tendencias alimenticias muestran que la harina de trigo no es la única opción para cocinar en casa. En Colombia, por ejemplo, es muy común el uso de la harina de yuca en la preparación de productos de repostería y panaderías. 

Cuando revisas recetas en redes sociales, te das cuenta de que es muy popular el uso de harinas de coco, almendra, avena, arroz, quinoa, arveja, garbanzo y lentejas, entre muchas otras. La primera opción para utilizarlas es comprarlas en mercados y tiendas de productos saludables. También puedes prepararlas en casa, siempre teniendo el cuidado de almacenarlas en recipientes herméticos, y en lugares secos, alejadas de olores fuertes.

Al consumir harinas de diferente fuente, le das variedad a tu dieta y creatividad a tus recetas.

Esta vez te enseñamos lo fácil que es preparar diferentes harinas y la forma en la que puedes incluirlas en el día a día.

Harina de arroz

Procesa los granos de arroz en un molino de café o en la licuadora. Esta harina no aporta mucho sabor, entonces puedes usarla de la misma forma en la que utilizas la harina de trigo. Eso sí, ten en cuenta que es grumosa y absorbe mucho líquido, por lo que debes aumentar un poco la proporción de agua, leche o huevo de la receta. También puedes usarla para espesar salsas y sopas.

Harina de lentejas

Harina de lentejas

Esta leguminosa es rica en proteína y fibra, características que se conservan en su harina. Para prepararla, toma una taza de lentejas crudas y procesa en seco en una licuadora de alta potencia o en un procesador de alimentos, por dos minutos. Luego, pásalas por un colador y repite el proceso tres veces. Puedes hacer waffles mezclando la harina con una bebida vegetal, miel y una pizca de sal.

Harina de garbanzos

Harina de garbanzos

Procesa los garbanzos secos en una licuadora de alta potencia o en un procesador, durante tres minutos. Pasa la mezcla por un colador y repite esta operación tres veces. La harina de garbanzo tiene un sabor muy fuerte, así que es recomendable usarla en preparaciones saladas.  En caso de que te animes a incluirla en recetas dulces, debes balancear su sabor con otros intensos como chocolate, canela, nuez moscada o jengibre. Ten presente que esta harina no funciona como sustituta de la harina de trigo y que no necesita de huevos para espesar las preparaciones. Te proponemos mezclarla con un poco de agua y hacer unos deliciosos crepes.

Harina de arvejas

Harina de arvejas

Esta leguminosa también es rica en proteínas y baja en grasas. Puedes usarla para hacer pan, pastas y crepes, pues su sabor es neutro. Recuerda que es preferible cocinarla con un poco en agua o leche antes de incluirla en tus recetas. La preparación de esta harina no difiere en nada de las anteriores: procesa las arvejas secas por dos minutos, pásalas por un colador y repite el proceso por tres veces más.

Harina de maní

Harina de maní

La harina de maní no solo es un muy buen sustituto para la harina de trigo o de avena, también aporta un sabor dulce que a todos encanta. Para prepararla, tritura el maní seco en una licuadora de alta potencia o en un procesador de alimentos, teniendo cuidado de únicamente pulverizar los granos y no exceder el tiempo de licuado porque se convertiría en mantequilla de maní. Te sugerimos agregar esta harina a postres cremosos o ensaladas de frutas, aportará un toque dulce y nutritivo.

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