¿Estás pensando en preparar alitas de pollo pero no sabes por dónde empezar? SaborUSA se convierte en tu aliado para hacer unas alitas como para chuparse los dedos.
- Selecciona unas alitas de pollo , preferiblemente carnosas y de hueso grande.
- Descongela las alitas antes de empezar con la preparación. Recuerda que, al ser un cárnico, es importante tener en cuenta el tiempo y método para su desconglación.
- Marina con pimienta, sal y ajo en polvo. Si eres amante del sabor picante, puedes agregar chile en polvo o en escamas a tu gusto.
- Deja en reposo por al menos, 30 minutos, para que absorban todo el sabor del sazonador.
- Prepara una salsa exquisita y llena de sabores, mezclando mantequilla, ajo, salsa de tomate, chiles, azúcar, miel, mostaza, vinagre, whiskey, pimienta negra y cebolla en polvo.
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- Fríe con un aceite de maní, o maíz, por su sabor neutro y alta resistencia o punto de humo que puede tolerar hasta 180 grados de temperatura.
- Precalienta el aceite a unos 170 grados en una paila profunda u olla con paredes altas y, así evitarás que el aceite salpique durante la cocción.
- Agrega las alitas de pollo al aceite caliente, sin saturar el espacio del recipiente, para que las alitas no se peguen.
- Programa un temporizador de 8 a 10 minutos para calcular el tiempo de cocción.
- Supervísalas y voltéalas hasta que alcancen un color dorado.
- Utiliza papel absorbente para extraer el exceso de grasa.
- Acompaña con bastones de zanahoria, apio y salsa Ranch. Esta combinación hará que se refresque el paladar y se contrarreste el sabor de las alitas con el de las verduras.
¡Listo! Tienes unas alitas de pollo crujientes y listas para comer.
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