Las tendencias de hoy te invitan a reemplazar la margarina o aceites de origen animal,  por aceites con menor índice de grasa saturada. Los aceites vegetales son una opción ideal, que puede provenir de semillas, legumbres, frutos secos e, incluso, frutas.

En el mercado existen alternativas para diferentes gustos y bolsillos. Puedes encontrar aceite de maní, girasol, linaza, maíz, mostaza, oliva, palma, pepita de uva, semillas de calabaza, ajonjolí,  coco y soya. Precisamente, de estos dos hablaremos en esta oportunidad.

El aceite de soya

Este aceite se extrae de la semilla de la soya. No contiene grasas trans y es rico en ácidos grasos poliinsaturados, ácido oleico y altas cantidades de Omega 6, aspectos que contribuyen a prevenir enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer.

El aceite de soya es ligero, de apariencia clara, color ámbar, libre de impurezas, perfecto para frituras o cocciones con elevada temperatura. Posee un punto de humo alto, que implica que no se queme tan rápido como otros aceites, evitando la aparición de componentes tóxicos en las primeras frituras. Es por esto que es considerado un aceite  con larga vida útil de freído y rendidor.

Otra gran ventaja es que tiene un gusto neutro, que al usarlo, realza el sabor de tus comidas. Razón por la cual, es también recomendado para freír en sartén, cocciones al wok y otras preparaciones que requieran resaltar el sabor de un producto. Además, es el aceite más común en la elaboración de bases para vinagretas, mayonesas caseras y emulsiones, pues deja apreciar el sabor de ingredientes como condimentos, salsas y hierbas aromáticas. 

Si quieres probar las ventajas del aceite de soya,  te invitamos a disfrutar de estas recetas  pollo con arroz al vapor de cervezachicharrón de queso

El aceite de coco

Se extrae de la pulpa de coco y suele ser sólido a temperatura ambiente. Consumirlo de manera moderada ayuda a fortalecer el sistema inmune, favorecer la digestión, la circulación intestinal y aumentar la sensación de saciedad. Incluso, hay quienes recurren a él como emoliente natural para hidratar la piel o el cabello. 

Es un ingrediente utilizado en la cocina asiática, no solo porque resiste altas temperaturas  antes de quemarse, ideal para las frituras, sino por los aportes nutricionales y sabor que le brinda a las cocciones. Al usarlo darás a tus preparaciones notas dulces y un poco tostadas. Incluso, su sabor hace que muchas veces se emplee más como condimento que como aceite. 

Otra gran cualidad es que funciona armónicamente en preparaciones saladas, dulces o picantes, gracias a la capacidad de adaptarse a este tipo de extremos gustativos. Con él puedes elaborar sopas, arroces, platos vegetarianos,  postres o currys como este pollo al curry verde.

Bien sea aceite de coco o soya, son  indudables los beneficios que aportan los aceites vegetales