Es difícil encontrar alguien que se pueda resistir al aroma y sabor de una pizza recién preparada; no en vano es una de las recetas más populares en todo el mundo. La pizza es uno de los negocios más rentables e incluso cuenta con su propia fecha especial: cada 9 de febrero se conmemora el día internacional de la pizza.
La pizza es una receta cuya base suele ser la misma, pero que admite prácticamente cualquier ingrediente que le quieras agregar. La sencillez de su preparación, elaborada a partir de una masa horneada, pasta de tomate y queso, la hacen bastante apetecida entre todas las edades.
¿Cómo se hizo tan popular en todo el mundo y qué variedades son las más apetecidas? Son respuestas que te daremos a continuación en un breve recorrido por sus orígenes y algunos de los tipos de pizza más demandados.
El origen de la pizza
Si bien se ha creado el consenso sobre el origen de la pizza, tal y como la conocemos hoy en día, en la ciudad de Nápoles, Italia hacia el siglo XVII, los expertos no pierden de vista la existencia de variantes regionales de masas delgadas, fundamento de la pizza, con anterioridad a esa época. Se tiene conocimiento del plakuntos en la antigua Grecia; este platillo, que consistía en un pan delgado de forma circular acompañado de algunas hierbas y especias, se servía a los soldados persas en la época de Darío I El Grande.
Otras versiones reseñan la focaccia romana, el pan coca español o el mismo pan paratha de la India, una costumbre milenaria.
El reinado de la pizza italiana
Como imaginarás, la primera pizzería del mundo se encuentra en Nápoles. Se llama Port’Alba, y son muy estrictos en cuanto a seguir la receta tradicional: masa aplanada de orilla gruesa, albahaca, queso y tomate. De hecho, los italianos incorporaron el tomate a la preparación cuando este alimento se popularizó en Europa tras la conquista de América.
Dos de los tipos de pizza más habituales son la Marinara y la Margherita (Margarita). La primera, llamada así por ser la recompensa de los pescadores cuando volvían de su trabajo, se prepara con una cobertura de pasta de tomate, orégano, ajo, aceite de oliva y un poco de albahaca. La segunda, recuerda la bandera italiana y su nombre, un homenaje a la reina Margherita de Saboya, lleva hojas de albahaca, queso mozzarella y tomates.
De Europa a América: el furor de la pizza americana
Hacia finales del siglo XIX e inicios del siglo XX la constante inmigración italiana hacia los Estados Unidos trajo consigo la introducción de la receta. El reconocimiento del cocinero italo-americano Genaro Lombardi como uno de los pioneros en la popularización de la pizza en el país, abrió las puertas para consolidar la propuesta gastronómica de la pizza americana, cuyos bastiones más importantes son la pizza de Nueva York y la pizza de Chicago.
Lee también ¿Pizza al estilo New York o Chicago?
¿Cómo diferencias una pizza americana de una italiana?
Aunque experimentes una sensación única al degustar cualquier pizza, es clave identificar estilos de preparación si alguna vez decides elaborarla por tu cuenta o recomendar a tu familia o amigos algún lugar en el que hayas probado una buena pizza.
Básicamente ten en cuenta que la pizza italiana original, la napolitana, admite los tipos Marinara y Margherita, elaboradas en hornos de madera; su tamaño no excede los 35 cm de diámetro, su base suele ser más delgada y crujiente, emplea al menos 100 gramos de queso mozzarella en su suero, su cocción no dura más de un minuto e incluye pocos ingredientes, varios de ellos de origen vegetal.
La pizza americana es de base más gruesa, emplea el doble de queso que la italiana, requiere más tiempo de cocción y la variedad de ingredientes, salsas y tamaños están a la orden del día, destacando los embutidos como el pepperoni o la salchicha.
Ahora que conoces dónde y cómo nació esta receta tan popular en todo el mundo, disfruta en la mejor compañía de una deliciosa pizza al estilo que más te guste.
¡Comparte tus pensamientos con nosotros!