Sal y pimienta son, tal vez, los sazonadores por excelencia. Sin embargo, pueden ser limitados a la hora de ofrecer una experiencia mucho más profunda y diversa, pues la naturaleza nos presenta cientos de plantas y minerales que nos brindan aromas y sabores que aportan magia a nuestro platos.
Vegetales, hierbas aromáticas, semillas, cortezas, raíces, y aceites, entre otras, son utilizadas alrededor del mundo para proporcionarle sabor, color e incluso textura a los alimentos; transformándolos y dándoles toques tan diversos y enriquecidos, que solo, al incluirlos en nuestras preparaciones, sabremos los increíbles beneficios que nos ofrecen.
En el tema de las especias vegetales, es necesario entender que, generalmente, son partes duras de la planta que le sirven a esta para defenderse del ataque de animales y otras amenazas. Por eso, al quebrarlas, cortarlas o molerlas, se desencadena una serie de reacciones que liberan aromas y sabores que, en principio, son un mecanismo de defensa. Es por esto que, estos grandes aromas tienen razón de ser dentro de cada especie, la cual ha sido investigada, a través del tiempo, para descubrir un sinnúmero de beneficios, no solo para aromatizar y resaltar el sabor de las comidas, sino para la salud. Por ejemplo, la cúrcuma no solo agrega un sabor singular a nuestros guisos, sopas, encurtidos y ensaladas, sino que también es un excelente aliado y paliativo en dolencias articulares y digestivas, gracias a sus poderes antiinflamatorios.
Aunque en la cocina todo es cuestión de gusto y las especies son un gran complemento, se recomienda aprender cuándo usarlas para sacar todo su provecho. Estos consejos te ayudarán a identificar el mejor momento para agregarlas a tus preparaciones.
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Al principio
Si vas a usar especias enteras como pimienta en grano, pimienta dulce o canela en corteza, lo mejor es que las cocines durante largo tiempo. La cocción prolongada rompe las células y el calor desencadena la caramelización de estas, creando sabores profundos y aromas a frutos secos.
Para carnes, pollos y pescados, la recomendación es agregar las especias, antes de la cocción, en forma de marinada seca, ya que la humedad de las proteínas provoca que las especias liberen su sabor más fácilmente.
Otra opción es cocinar las especias en aceite, antes que los demás ingredientes; esto saboriza el aceite de cocción y activa los aromas de las especias. Cuando son hierbas aromáticas, las más leñosas y duras deben agregarse en este punto. Toma como referencia la textura del romero o del tomillo.
Durante la cocción
Si vas a usar especias molidas, deberás rectificar mientras estás cocinando, puesto que al molerlas, sus células se han roto y las reacciones moleculares, que liberan sabores y aromas, ya han iniciado.
Si vas a preparar arroces, papas o verduras, agrega las especias durante la cocción debido a que, al entrar en contacto con el vapor, se despliega todo su sabor, perfumando la preparación.
Si vas a usar hierbas aromáticas, añade las hojas deshidratadas, mientras estés cocinando.
Al final de la cocción
Si activaste las especias al principio, podrás notar que el sabor que quieres, no estará tan presente, sobre todo en cocciones largas. Por eso, deberás probar tu preparación para rectificar el sabor y garantizar que la potencia de las preparaciones esté presente. Puedes agregar también algunas especias recién molidas, si lo que quieres es obtener ciertos perfiles aromáticos. Por eso, la pimienta se incorpora al terminar, incluso en la mesa.
Las hierbas aromáticas frescas deben agregarse al final, así no se marchitarán, brindando sabor y frescura.
En el mercado encontramos una gran variedad de condimentos producidos en los Estados Unidos, en diferentes presentaciones: especias en polvo o molidas, que resultan bastante provechosas para disfrutar, aún más, tus comidas. Marcas como Badia, cuentan con múltiples opciones para recetas tanto dulces como saladas o picantes.
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