¿Qué tiene esa aroma de carne a la parrilla que seduce a cualquiera? La cocción de alimentos sobre el fuego fue una de las primeras técnicas culinarias de la humanidad, y marcó un hito en nuestra evolución. Desde entonces, la conexión con la parrilla ha perdurado por siglos, tal vez sea ese vestigio evolutivo que nos mantiene con las parrillas encendidas después de tantos años y nos mueve tantas pasiones y sabores.
Lo cierto es que los amantes de la carne cocida a las brasas siempre buscamos los mejores tips para convertirnos en maestros parrilleros, por eso en este blog te traemos trucos para desatar el auténtico BBQ al estilo SABOR
USA. Desde los cortes de carne más jugosos, hasta los consejos para lograr la cocción perfecta.
Cuestión de números, que alcance para todos
La forma de calcular la cantidad adecuada de carne, sin que sobre ni falte es la siguiente: calculá entre 350-400 gramos de carne por persona. Por ejemplo, para 10 personas, serán necesarios entre 3,5 y 4 kilos de carne.
El fuego es vital:
Un consejo fundamental es comenzar a cocinar cuando las brasas estén maduras, es decir, de color blanquecino o
grisáceo; y mantener la parrilla a una distancia adecuada para una cocción lenta y uniforme. De esta manera, evitarás que la carne se queme por fuera antes de que esté cocida en el centro.
Eligiendo los cortes:
Hay tantos cortes como gustos, cada quien tendrá sus preferidos. Pero si buscás una hoja de ruta que te ayude a elegir los más aptos, aquí te vamos a recomendar los cortes de cerdo y res más populares para cocinar a la parrilla. Son famosos por su jugosidad, ternura y ese sabor único que se potencia al cocinarse sobre las brasas. Si además querés conocer más cortes de carne de USA podés visitar este enlace:https://www.saborusa.com/cr/blog/todo-lo-debes-saber-sobre-los-cortes-de-carne-de-usa/
Cerdo:
Costilla: Tierna y jugosa, la costilla de cerdo es perfecta para quienes buscan un sabor ahumado y una textura suave.
Lomito: Conocido por su terneza, el lomito de cerdo es ideal para cortar en filetes gruesos y asar a la parrilla para obtener un resultado jugoso y lleno de sabor.
Solomillo: Considerado uno de los cortes más magros y tiernos, el solomillo de cerdo es perfecto para aquellos que prefieren una opción más ligera pero igualmente deliciosa.
Panceta: Con su equilibrio perfecto entre carne y grasa, la panceta de cerdo se derrite en la boca al cocinarse lentamente sobre las brasas, ofreciendo un sabor irresistible.
Res
Brisket: Este corte de pecho de res es famoso por su sabor humado y su textura tierna y jugosa después de horas de
cocción lenta.
Ribeye: Con su veteado de grasa intramuscular, el ribeye ofrece una experiencia de sabor incomparable, con una jugosidad y terneza que lo convierten en uno de los favoritos de los amantes
de la parrilla.
T-BONE: Conocido por su característica forma de “T”, este corte combina dos cortes clásicos: el lomo y el solomillo. Perfecto para quienes desean disfrutar de lo mejor de ambos mundos en un
solo bocado.
Punta de solomo: Este corte, también conocido como “tri-tip”, ofrece un equilibrio perfecto entre terneza y sabor, lo que lo convierte en una opción versátil y deliciosa para cualquier ocasión en la parrilla.
Preparación de la carne
Preparar la carne es fundamental para garantizar una barbacoa exitosa. No basta encender el fuego, sacar la carne de la nevera y ponerla sobre las brasas. Estos consejos te ayudarán a tener el mejor resultado y sabor:
Temperatura: Dejá que la carne repose a temperatura ambiente al menos una hora antes de cocinarla. Esto permite que se cocine de manera más uniforme. Colocá la carne cerca de la parrilla para que vaya sudando, pero evitá ponerla
directamente sobre las brasas mientras se encienden.
Aromatizar naturalmente: Si deseás aromatizar la carne, podés colocar en los
laterales de la parrilla hierbas como romero o tomillo. Esto añadirá un delicioso
aroma a la carne mientras se cocina.
El orden sí importa
El orden sí importa: Organizá el orden de cocción de acuerdo a los tiempos de cada tipo de carne. Comenzá con alimentos que requieran menos tiempo, como embutidos, tocino y chorizos. Luego, pasá a las piezas de pollo, como alas y muslos, o los pinchos. A medida que vayás retirando las piezas cocidas, podés ir colocando las más grandes, como
costillas o filetes, para que se cocinen lentamente mientras los invitados disfrutan de los aperitivos.
¿Cuándo salar la carne?
Este es el gran debate entre parrilleros, y existen dos posturas: los que salan antes y los que salan después de la
cocción. Cada cocinero es el que decide cuándo prefiere salar la carne. Pero aquí te vamos a explicar sus argumentos:
La posición más popular es de quienes defienden salar la carne una vez que está asada, y lo hacen por una buena razón: la sal puede causar la pérdida de los jugos esenciales de la carne, haciéndola más seca y dura. Lo recomendable es dejarla sin sal durante el proceso de cocción inicial para formar una deliciosa costra crujiente.
Luego, al voltearla para cocinar el otro lado, agregar la sal a la parte cocida. Finalmente, al servirla en el plato, salar el lado que quedaba sin sazonar
Por otro lado, los partidarios de salar la carne antes de asarla sostienen que esta técnica realza su sabor, ya que permite una mejor absorción de la sal.
En resumen, preparar el BBQ perfecto requiere atención a los detalles y un toque de pasión por la parrilla. Si querés más consejos sobre parrilladas y carnes de USA, te encantará seguir esta cuenta:
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