Si estás leyendo esto con los lentes puestos, tal vez te sorprenda saber que la razón por la que se llaman así tiene mucho que ver con esas poderosas laminitas de color oscuro y llenas de sabor que seguramente has comido desde tus primeros años de vida.

Así es, las lentejas además de considerarse un súper alimento por todas las razones que ya te vamos a contar, sirvieron de inspiración para nombrar esas útiles piezas de cristal que nos permiten ver mucho mejor.

Sí, lente viene de lenteja.

¿La razón? Su semejanza con la forma biconvexa y ovalada de esta legumbre milenaria.

Con seguridad las has consumido en su manera más tradicional:
en sopa o con guiso al estilo criollo, pero hoy, además de contarte todas las posibilidades que te ofrece en términos culinarios, te hablaremos de los beneficios que le aportan a tu bienestar y a tu cuerpo.

Hierro:
es tan importante la cantidad de hierro que contienen, que con un solo plato quedan cubiertas tus necesidades de este mineral en más de un tercio del que requieres al día. Para mejorar su absorción se recomienda consumirla con alimentos ricos en vitamina C, como pimentón, tomate, verduras y frutas.

Potasio:
ideal para regular los fluidos corporales, evitar calambres y prevenir enfermedades como la hipertensión.

Calcio:
te ayuda a proteger la salud de tus huesos y de tus sistemas nervioso y muscular.

Fósforo:
una ración aporta el 40% de la cantidad que necesitas durante el día. Este importante mineral hace posible la comunicación entre tus neuronas, regula el pH de la piel y la formación de tejidos musculares, huesos y dientes.

Magnesio:
te ayuda a fortalecer los tejidos óseos, así como los sistemas neuronal, muscular, cardiovascular e inmunitario.

Zinc:
tu mejor aliado para fortalecer las defensas y facilitar la absorción de vitamina A y la síntesis de proteínas como el colágeno.

Selenio:
un súper antioxidante que estimula tu sistema inmune y la glándula tiroides.

Las lentejas contienen fitatos y antioxidantes con efecto anticolesterolemiante, que contribuyen a un buen metabolismo celular y la utilización de ácidos grasos como fuente de energía para las células.

Ahora, si te produce un poco de nervios no saber cómo prepararlas además de la manera tradicional, te tenemos buenas noticias. Entre las múltiples propiedades de las lentejas, están sus beneficios para el sistema nervioso debido a su contenido en vitaminas del grupo B, en especial la B1, B2, B5, B6 y ácido fólico.

Cuéntame dónde encontrarlas

Para prepararlas de manera básica, lo primero que debes hacer es enjuagar las lentejas con agua, ¡no necesitas remojarlas!
Luego, agrega a una olla las lentejas y el agua (por una taza de lentejas necesitarás 3 tazas de agua aproximadamente) y lleva a ebullición.
Siempre se cocinan partiendo de agua fría y sin sal.
La mayoría de los tipos de lentejas deben hervirse a fuego lento durante 20 a 40 minutos hasta que estén tiernas, dependiendo del grado de dureza de la variedad que elijas.
Algunas variedades como las lentejas rojas, no te tomarán más de 5 a 10 minutos.

Y como sabemos que te debes estar preguntando cuál es la mejor manera de cocinarlas para evitar los impopulares gases, se recomienda agregar al agua de la cocción plantas y especias aromáticas carminativas, que aportan un buen sabor y favorecen la digestión. Algunas de ellas son: comino, anís verde, laurel, orégano, tomillo, hinojo, perejil y clavo.

Si las usas para una ensalada, se recomienda acompañarlas con zanahoria, cebolla, tomate y rábano, aderezadas con vinagre balsámico y aceite de oliva.

También ayuda a atenuar el efecto flatulento, el masticarlas bien para descomponer las féculas en la boca.

Una vez estén cocidas, tendrás pequeños diamantes en bruto que podrás transformar en muchas otras preparaciones llenas de sabor y proteínas.

Aunque una de las mejores maneras de disfrutar estas poderosas legumbres es en sopas y guisos, queremos compartirte algunas ideas para que te inspires, les saques el máximo provecho y descubras todo su potencial.

En ensaladas
Las lentejas cocidas le aportan proteína extra a tu ensalada y mucho sabor. Si además las combinas con ingredientes que contengan vitamina C, harás que el hierro se absorba mejor.
Una buena idea es tostarlas y emplearlas como topping y así aportar un toque crocante a tu preparación.

En hamburguesas, albóndigas y croquetas
¿Te sobraron lentejas? ¡Maravilloso! Ahora tienes en tus manos todo lo que necesitas para hacer hamburguesas, croquetas y albóndigas novedosas con alto nivel proteínico.

En panes y muffins
Súbele el nivel a tus productos de panadería agregándole lentejas a la masa. No solo tendrás una alternativa muy nutritiva sino que descubrirás nuevas texturas y sabores.

En moldes
Reemplaza la carne por lentejas para crear apetitosos moldes y sorprende a todos con un plato suculento y muy económico.

En batidos y smoothies
Por extraño que parezca, agregar lentejas a tus batidos los convierte de inmediato en una bebida energizante y llena de proteína que te hará ahorrar mucho dinero.
Existen muchas opciones para crear sabores sorprendentes.

En tacos y burritos
¿Quién dijo que los tacos solo podían ser de proteína animal? La próxima vez que los prepares hazlos con lentejas y grita ¡híjole! De la felicidad.

En galletas y postres
¿Quieres que tus hijos coman legumbres pero no sabes cómo lograrlo? Una manera divertida de introducirlos a ellas es a través de preparaciones populares como las galletas y los dulces. Su sabor es maravilloso e innovador.