La carne de res ayuda a la construcción y mantenimiento de nuestro cuerpo.
Está catalogada como carne roja debido a su color rojo brillante o purpúreo, producto del contenido de hemoproteína que contiene su tejido muscular para almacenar oxígeno en las células.
Esto la hace una importante fuente de hierro y un alimento rico en proteínas de alta calidad y de aminoácidos esenciales que, al no producirse de manera natural en nuestro organismo, deben obtenerse de los alimentos.
La carne de res, además de ofrecer un festín a las papilas mediante diversas preparaciones, proporciona vitamina B12, que asiste en la producción de glóbulos rojos y zinc. Lo anterior permite almacenar insulina y prevenir enfermedades como la anemia.

De una res se pueden extraer diferentes tipos de cortes.

El éxito en su preparación está, además de saber elegir el adecuado, en escoger carnes que garanticen jugosidad y terneza que se necesita para potenciar el sabor y el efecto lubricante que estimula las papilas gustativas y hace agua la boca

Un indicador para determinar si la carne seleccionada nos dará el resultado esperado, es fijarse en su nivel de marmoleo, es decir, la grasa que se encuentra en el interior de la carne o también conocida como “grasa intersticial”.

Si hay presencia de esta grasa en el corte,  al someterse a cocción, se derrite y se mezcla con los jugos de la carne, obteniendo un  resultado glorioso.

 

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) otorga los siguientes grados de calidad a la carne de res 🇺🇸, con base en este nivel: Prime, Choice y Select, siendo Prime la clasificación con mayor grado de marmoleo.

Algunos de los cortes que podrás encontrar son el brisket

t-boneshanksirlointenderloinribeyeporterhousecowboy, entre otros, principalmente de la variedad Angus bajo las marcas Certified Angus Beef (CAB), y Swift Black Angus.