¡Así es! Hazte un balde de palomitas de maíz y siéntate en primera fila.

Estás a punto de empezar una película que presenta  curiosidades sobre uno de los snacks más famosos del planeta:

Si no sabes de qué estamos hablando, tal vez es porque para ti son popcorn, cotufas, crispetas, maíz pira, pochoclo, cabritas o canguil, por mencionar solo algunos de los nombres por los que se conocen alrededor del mundo.

Estas divertidas nubecitas crocantes, además de ser las compañeras ideales para disfrutar del séptimo arte, tienen escondidas muchos beneficios que tal vez no conocías y hoy vas a descubrir.

En términos prácticos:

Te ayudan a eliminar el exceso de grasa en vasos sanguíneos y arterias, favorecen la digestión, aportan energía a tu cuerpo y contribuyen a mantener el peso.

¡Ya era justo que un snack fuera una opción saludable!

Claro está, que la preparación, el tipo y cantidad de grasa que uses, así como los condimentos empleados, determinan qué tan nutritivas y benéficas serán.

Una taza de palomitas de maíz, sin adición de mantequilla o azúcar, tiene aproximadamente 30 calorías, convirtiéndose en una merienda ideal, por su bajo contenido calórico y concentración de fibras que aumentan la sensación de saciedad y mejoran el funcionamiento intestinal.

Para 100 g de granos de maíz, necesitarás 2 cucharadas de aceite vegetal, sal al gusto y una olla amplia con tapa.

1. Cubre el fondo de la olla con aceite y colócalo a fuego alto hasta que esté bien caliente. 

2. Agrega los granos de maíz con cuidado, cubriendo el fondo de la olla, y procurando que todos se queden en una capa y estén en contacto con el aceite y el fondo del recipiente.

3. Tapa la olla, dejándola un poco abierta para que salga el vapor.

4. Baja el fuego a medio cuando escuches que los granos de maíz comienzan a explotar. 

5. Retira la olla del fuego, una vez escuches el “pop” del maíz. Sazona con un poco de sal ¡y listo!.

Las palomitas se producen al calentar la variedad de maíz Zea Mays Everta, en una olla con aceite vegetal , produciendo que el grano se expanda, al romperse la cáscara y formarse una masa esponjosa de color blanco.

Esto ocurre debido a que se sobre calienta la humedad del interior del grano,  convirtiéndose en vapor. La presión ejercida es tan grande que el pericarpio o parte exterior explota y el almidón se torna en una especie de espuma.

Siendo el maíz originario de México, es de esperarse que los primeros indicios de la existencia de las palomitas de maíz se encontraran en esta región.

Al parecer, en un comienzo, se empleaban ollas de barro muy calientes o ceniza ardiente para la cocción.

Dicen que se han encontrado indicios de las palomitas datan de 3.600 A.C.

Muchos años después, en 1.885, un inventor de Chicago, Charles Cretors, creó la máquina que permitiría producir las palomitas de manera comercial.

De ahí que fuera Estados Unidos el país donde se hiciera popular y se adoptara el hábito de consumir palomitas de maíz en el cine, fenómeno que comenzó entre 1.929 y 1.933, a raíz de la época de la gran depresión.

¿Te gustaría cocinar unas palomitas de maíz caramelizadas como las que encuentras en las salas de cine?