Saber cuándo el cerdo está listo es más fácil de lo que piensas. Todo lo que necesitas es un termómetro de carne. La mayoría de los cortes de cerdo requieren una temperatura interna de 150° F/65.5° C para obtener un término de cocción que te permita disfrutar de una carne rica, tierna y jugosa.

Hay muchos tipos de termómetros de carne, pero el más fácil de usar es, sin duda, uno digital con alarma. Sólo tienes que insertar la sonda en la parte más gruesa de la carne, sin tocar el hueso y ajustas la alarma de temperatura final a 150 ° F/65.5° C; cuando alcance esta temperatura, el termómetro emitirá un sonido indicando que es momento de retirar el cerdo del horno o del fuego. Asegúrate de limpiar el termómetro después de cada uso usos para evitar la contaminación de los alimentos.

No te preocupes si tu corte está ligeramente rosado por dentro; recuerda que la carne de cerdo americano puede consumirse a un término de cocción ¾ con el que puedes disfrutar de una carne jugosa y tierna.

Además de la temperatura interna indicada, la carne necesita también un tiempo de descanso después de retirarse del fuego para obtener mayor jugosidad. Esto se debe a que los jugos suben a la superficie durante la cocción y cuando dejamos reposar la carne, los jugos pueden asentarse y regresar al centro. Si cortas el cerdo demasiado pronto, es probable que los jugos se reduzcan dejando la carne seca.

Mientras más grueso sea el corte, mayor tiempo de descanso necesitará. Por ejemplo, cortes como la chuleta, medallones de lomo o filetes deben tener aproximadamente 3 minutos de descanso, mientras que un lomo entero de cerdo asado va a requerir entre 10 y 15 minutos.

Sigue con atención estas recomendaciones y disfruta de una carne de cerdo americano jugosa, tierna y sabrosa.

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