Una de las preparaciones de la cocina del Oriente Medio que más se ha difundido en el mundo es el hummus. De hecho, este plato también conocido como hummus bi tahina es uno de los aperitivos más populares de la gastronomía en el mundo. Su origen es incierto y aún hay culturas que se disputan su creación.

El hummus es un plato común en países como Líbano, Palestina, Siria o Turquía, donde  cada uno afirma ser su verdadera cuna. Es complejo conocer el origen de una receta milenaria, más teniendo en cuenta que en épocas antiguas las fronteras que hoy conocemos no existían. Si nos atenemos a lo que dicen las fuentes escritas, la primera mención de esta deliciosa pasta cremosa aparece en un recetario egipcio del siglo XIII.

¿Qué es el hummus?

El hummus es una crema de garbanzos cocidos que se mezcla con tahine, también conocido como pasta de ajonjolí o sésamo, ajo, limón y aceite de oliva. El uso de estos ingredientes es muy antiguo: los garbanzos son considerados una de las primeras legumbres cultivadas y consumidas por el ser humano; en tanto que la pasta de ajonjolí ha sido protagonista de la gastronomía árabe desde hace siglos, su primera aparición escrita data del siglo XIII en recetarios árabes.

La receta

La sencillez de su preparación y lo extraordinario de su sabor han hecho del hummus una comida universal, siendo imprescindible para la cocina en diferentes partes del mundo. 

Atrévete a prepararla de forma fácil: cocina garbanzos y mézclalos con dos cucharadas soperas de tahine, un buen chorro de aceite de oliva, un diente de ajo y el zumo de medio limón. La receta original indica que se deben pelar los garbanzos, uno a uno, dando como resultado una mezcla más cremosa; sin embargo, no es indispensable. Una vez tengas todo, licúa o procesa los ingredientes hasta obtener un puré.  Sirve el hummus frío con aceitunas, paprika o comino y acompáñalo con pan plano. También puedes ser guarnición para carne o pescado, o base para shawarmas o sándwiches, como este de pavo.

Actualmente, también encuentras hummus de otras legumbres como arvejas o frijoles. Incluso es válido reemplazar la pasta de ajonjolí por mantequilla de maní o de almendras y agregar otros ingredientes como pimentón asado, remolacha o peras. Estas últimas pueden sustituir los garbanzos como ingrediente principal.  Anímate a innovar cuando prepares tu propio hummus, tan solo sigue los pasos básicos y sorpréndete con su inigualable sabor.

Sus beneficios

Los garbanzos aportan proteína vegetal y carbohidratos, tienen un alto contenido en fibra y ácido fólico, son ricos en vitaminas de varios tipos (A, B1, B2, B3, B6, B9, C, E y K) y en minerales como el calcio, el zinc, el magnesio, el hierro, el potasio o el fósforo.

Por otro lado, el tahine cuenta con vitaminas B6 y B12, ácidos grasos esenciales omega 6 y omega 9, minerales como hierro, calcio, zinc o fósforo y  proteínas de origen vegetal. Es rico en metionina, un aminoácido que está presente en las legumbres, por lo que es un complemento ideal de los garbanzos.

El limón aporta vitamina C, bioflavonoides, potasio y ácido cítrico, lo cual  ayuda al organismo a depurar toxinas. Por su parte, el aceite de oliva contiene ácido oleico y se caracteriza por sus propiedades antioxidantes.

El hummus aporta energía, ayuda a controlar el colesterol y cuidar el sistema cardiovascular. Favorece la salud del sistema digestivo, previniendo el estreñimiento, gracias a su alto contenido en fibra. Adicionalmente, las vitaminas y minerales que posee son excelentes aliadas para mantener la salud de los huesos. ¡Inclúyelo en tu menú!

Lee también: Cocina tus garbanzos en 3 simples pasos.