¿Sabías que la combinación adecuada de alimentos puede potenciar los beneficios nutricionales de lo que consumes? Además, al equilibrar lo que ingieres, se puede mejorar la digestión, mientras el cuerpo se repara y nutre. 

Fusionar sabores es parte del secreto para un menú espectacular. Balancear las propiedades de los ingredientes es el as bajo la manga para  que, no sólo tu selección sea apetitosa, sino que aporte los nutrientes necesarios para tu rutina diaria.  

Cuenta la historia que el hombre en sus inicios, por su naturaleza nómada, se alimentaba de aquello que tenía acceso en su camino. Generalmente, llevaba a la mesa comidas de un único ingrediente

A medida que se evolucionó a los asentamiento de carácter sedentario, el progreso de la agricultura y la cría de animales, dieron un giro a la cocina, permitiendo consumir preparaciones y combinaciones para las cuales el cuerpo debería adaptarse. De ahí que el balance nos invite a incluir opciones que generen una dieta completa y equilibrada.

Toma nota de estas recomendaciones para que sepas cómo mezclar los alimentos y asimilar sus nutrientes de manera óptima.

Come solo cuando sientas hambre

A veces comes porque estás aburrido o, simplemente, porque es la hora. ¿De verdad tienes hambre? Si tu estómago no ha terminado la digestión de la comida anterior y comes nuevamente, lo único que harás será entorpecer el trabajo de tu sistema digestivo y la asimilación de los nutrientes.

Come solo un alimento concentrado en cada comida

Intenta incluir una leguminosa y una carne, que no contienen tanta agua y, acompáñalos de frutas y verduras.

No mezcles proteínas diferentes

Debido a que los alimentos proteicos como las carnes están compuestos por diferentes aminoácidos, son más difíciles de digerir. Es por esto que se recomienda evitar servir  carne y pescado al tiempo, por ejemplo. De otro lado, las proteínas de origen vegetal, como las almendras y el maní, pueden incorporarse en un mismo plato.. En cuanto a las  legumbres, lo ideal es acompañarlas siempre con vegetales.

Come fruta entre comidas

Las frutas se digieren con mayor facilidad, especialmente si las consumes entre comidas y no mezclas las dulces con las ácidas.  Sin embargo, si las comes inmediatamente después de las comidas, sus azúcares quedarán en tu estómago esperando a ser digeridos. Esto ocasionará que se fermenten y acidifiquen los demás alimentos. La excepción son las peras y manzanas que pueden ser un dulce complemento después del almuerzo o la cena. 

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