El auge que ha tenido el consumo de soya en todo el mundo no se limita únicamente a las dietas vegetarianas o veganas, pues cada vez más los consumidores de carne también disfrutan de la versatilidad y los beneficios de la soya que podemos encontrar en diferentes alimentos como aceite, mantequilla, salsas, bebidas de soya, snacks, mayonesas, embutidos, aderezos y, hasta en chocolates.

Buena parte de la soya con la que se obtienen estos alimentos proviene de los Estados Unidos, el mayor productor de soya en el mundo. Allí, con el apoyo del Consejo Exportador de Soya de Estados Unidos (USSEC, por sus siglas en inglés), los agricultores, en su gran mayoría familias que por generaciones se han dedicado a este cultivo, incorporan modelos de producción sostenible que garantizan no sólo la calidad de la soya sino también el cuidado del medio ambiente.

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Comprometidos con la producción sostenible

Agricultura sostenible

El 95% de los productores de soya en los Estados Unidos implementan el Protocolo de Garantía de Sostenibilidad de la Soya que les permite demostrar su compromiso con la protección del medio ambiente y con el mejoramiento continuo en la producción sostenible.

Esta responsabilidad ambiental tiene una gran importancia como quiera que, hoy en día, la producción agrícola a nivel mundial enfoca sus esfuerzos en la implementación de buenas prácticas que permitan reducir el impacto sobre el cambio climático y preservar los recursos naturales.

Así lo entendieron desde hace más de 3 décadas los productores de soya de los Estados Unidos que decidieron apostarle a la protección del medio ambiente con resultados que vale la pena resaltar.

Mayor producción con menor impacto ambiental

Desde 1980 han incrementado su producción en un 96%, con una reducción del 46% en el uso de energía por tonelada de soya cultivada. Igualmente, en un poco más de 30 años, entre 1980 y 2012, las emisiones de gases de efecto invernadero producidos por el sector de soya estadounidense se han reducido en un 47%.

Otro logro importante ha sido la disminución en un 70% de los residuos derivados de herbicidas ayudando de esta manera a mantener la calidad en el suministro de agua. Además, para proteger zonas sensibles, los productores de soya de los Estados Unidos han excluido cerca de 11 millones de hectáreas de la producción agrícola como parte del Programa de Reservas de Conservación del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Todos estos logros son el resultado de un trabajo comprometido por parte de USSEC y los agricultores de soya de los Estados Unidos que, sin duda, le da un valor agregado a este alimento que, además de nutritivo, saludable y versátil, es cultivado bajo modelos de producción que le apuestan a la sostenibilidad del medio ambiente.