Jack Daniel’s es, tal vez, uno de los whiskeys más conocidos en el mundo. Su historia, según explica Miguel Arango Cubillos, Gerente de Marca de Brown-Forman para la región Andina, se remonta a 1866, cuando Jasper Newton (Jack Daniel´s) recibe como herencia la que sería la primera destilería de whiskey registrada en Estados Unidos. Desde entonces, empezaría la tradición de una de las bebidas más populares en América. Tanto así que, Frank Sinatra la bautizó como el néctar de los dioses.
Tres son las características que lo convierten en una bebida exclusiva: la primera, una mezcla de maíz (80 %), cebada malteada (12 %) y centeno (8 %), que lo distingue de otros licores similares; la segunda, la fabricación propia de los barriles en los que madura el whiskey: “una barrica aporta el 100 % de su color y el 50 % de su sabor y aroma”, explica Miguel; y, la tercera, un proceso de filtrado en carbón elaborado con madera de arce que matiza las notas aceitosas, toscas y rústicas del maíz, que le aporta una experiencia inimitable, otorgándole la denominación de origen Tennessee Whiskey.
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Durante 102 años, Jack Daniel’s tuvo un solo licor en su portafolio, el famoso Old No. 7. En 1988, se incluyeron diferentes expresiones de una misma bebida que hoy se vende en 180 países.
Whiskey Jack Daniel’s Jack Daniel’s Old. No. 7
Es el whiskey insignia de esta casa destiladora. Su botella esconde un licor de color ámbar oscuro, cuya elaboración no se ciñe a calendarios estrictos, ya que está listo solo cuando los maestros destiladores así lo decidan. Sus notas a vainilla y su contenido de alcohol lo convierten en una bebida que puede acompañarte toda la noche. Miguel Arango recomienda consumirlo solo, en las rocas o en cocteles, que recuerden a los clásicos de la década de 1920: un Old Fashion, un Manhattan o incluso, un Boulevard 10. En Estados Unidos es todo un ícono asociado con un estilo de vida presente en el cine, aparece en más de 50 películas, los asados, la música y las motocicletas.
Gentleman Jack
Esta referencia, de color ámbar claro, apareció en 1988 como un regalo para todos los amigos de Jack. A diferencia del No. 7, este es filtrado dos veces por carbón. La primera, después de su destilación y, la segunda, justo antes de su embotellado, lo que matiza, aún más, las notas aceitosas del maíz, disminuye el sabor de la madera y le da prelación a notas frutales, vainilla y caramelo. Es ideal para acompañar noches de conversación, ya que se disfruta mejor como trago largo.
Whiskey Jack Daniel’s Single Barrel Select
Hay magia en este whiskey. Procede de una única barrica tostada cuidadosamente que ha permanecido en el piso superior de la destilería durante su proceso de maduración . Las temperaturas extremas (tanto de frío como de calor), provocan mayor interacción entre la madera y el destilado, creando una bebida con matices profundos. En nariz, sentirás aromas tostados y ahumados y, luego, en boca, degustarás deliciosos sabores a madera, especias, vainilla y caramelo. Por su elaboración, la mejor forma de beberlo es solo o en las rocas, siempre con hielos grandes para evitar que se derritan rápidamente, aguando la bebida.
Whiskey Jack Daniel’s Tennessee Honey
Apareció en 2012 con la idea de degustarlo con otras bebidas. En su preparación, el Old No. 7 se mezcla con un licor especial de miel, haciéndolo suave al paladar. Es una bebida con un delicioso aroma dulce que se puede tomar fría o en cocteles. Una tarde entre amigos será el mejor momento para que lo disfrutes. Miguel Arango recomienda añadir zumo de limón a un trago doble y endulzar al gusto.
Whiskey Jack Daniel’s Tennessee Fire
Después del éxito de Honey, esta botella llegó al mercado en 2014. Es una base de Old No. 7 con infusión de licor de canela roja. A la vista, tiene un color ámbar cálido, en nariz, notas de canela y, en boca, una rica sensación picante y dulce.
Por su intensidad, el Tennessee Fire es ideal para una noche de fiesta con tragos cortos. De hecho, su sabor a canela mezclado con el del whiskey, es una alternativa a los licores anisados. Se recomienda tomarlo solo y servirlo muy frío, guardándolo en el congelador.
Si quieres darle otro toque a este trago, puedes preparar un delicioso coctel, puesto que la canela marida con el sabor de la manzana, lo que permite mezclar un trago doble con un poco de zumo de limón y jugo de manzana o, incluso, cidra. Otra alternativa, es mezclarlo con Jack Daniel’s Tennessee Honey, en partes iguales.
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