En América han sido parte de la alimentación desde épocas precolombinas y, junto con el maíz, han sido base de la dieta de varias culturas indígenas.
Las legumbres son semillas comestibles que vienen en vainas. Las lentejas, garbanzos, arvejas, frijoles, maní y soya, son algunos de los ejemplos más comunes. En el caso de los frijoles, su origen se ubica en el continente americano, mientras que otros granos como las lentejas, el garbanzo y la soya fueron traídos por los españoles al llegar a este territorio. De hecho, las legumbres son parte fundamental del menú latinoamericano. Incluye y deleita los paladares de tus comensales con estas preparaciones distintivas de algunos países.
Tamales bogotanos
Este manjar es uno de los ejemplos de la unión de las tradiciones culinarias indígenas, españolas y africanas. El maíz de la masa y la papa son un aporte americano; las carnes, vegetales y garbanzos del relleno vienen de originariamente de Europa; y se cree que el guiso que da sabor es un legado de los antiguos esclavos. No hay claridad en su ascendencia, sin embargo, aparece por primera vez en las crónicas del religioso español Bernardino de Sahagún, La historia General de las Cosas dela Nueva España. Allí se lo describe como un envoltorio de masa de maíz consumido por los indígenas. Hay cientos de versiones en Colombia. Esta vez te compartimos los bogotanos.
Chupe de camarones, Perú
La palabra chupe viene del quechua chuwa misa, que significa “plato hondo”. En un principio, esta receta consistía en una sopa de papas, preparada durante la fiesta de Huarachicuy o Warachikuy, celebración inca que marcaba el paso de los jóvenes hacia la adultez.
En la actualidad, este platillo incluye camarones, arvejas y queso fresco, ingredientes que se complementan en sabor, textura y color. El chupe es una delicia tradicional de Arequipa y favorita del famoso escritor Mario Vargas Llosa
Sango de camarones y lentejas, Ecuador
Los primeros cronistas españoles que llegaron a Ecuador escribieron en sus relatos sobre un plato muy popular entre los indígenas: un potaje espeso, hecho con maíz y que, posteriormente, cambió su base a plátano verde. Dependiendo del gusto, la base también puede ser de lentejas que, a la vez, aportan contenido proteico. Cualquiera que sea tu escogencia, agrégale los camarones, y sirve con arroz blanco y limón.
Lentejas con longaniza, Chile
Esta preparación viajó de España en los recetarios monacales y se instaló como un plato típico entre los chilenos. Es muy apetecido en época de invierno, gracias a que reconforta en días fríos. Consiste en un guiso con zanahoria, papa, acelga, arroz y lentejas, al que se le agrega longaniza. Al momento de servir, se espolvorea con queso parmesano.
Picante de pollo, Bolivia
Este plato se originó en los valles bolivianos en tiempos de la colonia. Su elaboración incluía todo aquello disponible en la huerta y el corral: papas, legumbres, tomates, pollo y ají. Los bolivianos acostumbran celebrar el 6 de agosto, día de la independencia de Bolivia, con este suculento estofado, acompañado de chuño (papa deshidratada), arroz blanco y ensalada de tomate y cebolla morada.
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